También hay lugares conmemorativos en los recintos de detención e interrogatorio de la policía, en las oficinas de la Gestapo y otros cuerpos policiales, así como en centros penitenciarios y prisiones. Aquí se conmemora el encarcelamiento de opositores políticos, las víctimas de la exclusión social-racista y también a miles de miembros de la resistencia de los países ocupados durante la Segunda Guerra Mundial, un gran número de los cuales fueron ejecutados.
Muchas de las prisiones construidas durante la época Guillermina (1871-1918) pasaron a manos de la justicia y la policía nazis y, tras la liberación del nacionalsocialismo, siguieron utilizándose como centros de detención. Por este motivo, algunos de los lugares históricos siguen siendo inaccesibles aún hoy en día, razón por la cual sólo se han podido instalar lugares conmemorativos en las afueras de los lugares de detención. Razón por la cual sólo se han podido instalar lugares conmemorativos -algunos, históricos; otros, de nueva construcción- en las afueras de estos lugares de detención.
A menudo, precisamente comparar el funcionamiento de estos lugares durante la época nazi con otros períodos pone de manifiesto la especial relevancia de la colaboración de la policía y la judicatura en los crímenes nazis.
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